La escena, de veinte minutos de duración y con más de 3.000 extras supuso un antes y después en la manera de hacer las mencionadas liturgias, aunque tuvo enorme polémica en Japón y EEUUpor las imágenes de un hombre lleno de sangre durante el fragor de la guerra con las fieras subacuáticas. Precisamente fue Caballé la que abrió la gala junto a Josep Carreras con la sardana Bienvinguts en el momento en que acabó la coreografía ideada por Judy Chabola con la que cientos y cientos de figurantes afirmaron \’hola\’ al mundo en ocho ocasiones. Mientras tanto, mucho más de seiscientos sardaneros que formaron al fin de su performance un corazón que cobraba vida merced a unos pañuelos colorados ocultos en el bolsillo de los bailariles. El disco vendió más de un millón de copias, y compartieron escenario para probar que las diferencias no previenen unir estilos y voces diferentes, ni siquiera cuando los dos conocían ahora la gravedad de la enfermedad del cantante. Mercury y Mike Moran escribieron la canción donde Caballé hace de soporte operístico. Mezcla la lengua inglesa, idioma primordial del tema, con estrofas en español.
Durante múltiples meses, el cantante deQueen envió un sinfín de mensajes a la estrella de la ópera por medio de sus representantes, preguntándoles si podían reunirsey accionar juntos. Sin embargo, si bien Montserrat asimismo apreciaba el trabajo de Mercury -sus hijos eran enormes seguidores-, se mostraba recelosa frente a las opiniones que podrían provocarse en el puritano ambiente de la ópera. Mercury había sido un gran admirador de Caballé desde el momento en que la vio accionar por vez primera enUn ballo in Maschera de Verdi en la Royal Opera House de Londres, en 1983. El cantante de la banda británica no escondía su fascinación por Caballé.
\’barcelona\’, La Canción Que Unió A Montserrat Caballé Y Freddie Mercury
Bastante antes que empezaran los JJOO de Barcelona-92 sucedió entre los encuentros musicales mucho más apasionantes y espectaculares del siglo XX. Las olimpiadas barcelonesas contaron con un himno de salvedad destinado a la localidad interpretado por dos estrellas, uno del rock, Freddie Mercury y otro de la ópera, Montserrat Caballé. El artista británico falleció a raíz del sida el año antes que se encendiese el pebetero en el Estadi Olímpic.
Durante aquel evento, la ciudad recibió la antorcha olímpica que viene de Seúl. Para Mercury, creador de la letra y de la composición, grabar con su cantante preferida fue un sueño. Para Caballé, un salto a otra dimensión de la mano de un creador que la deslumbró con su enorme musicalidad, su talento y su capacidad para crear. El flechazo entre los dos surgió cuando se conocieron en el antiguo hotel Ritz barcelonés donde Mercury improvisó al piano. Más allá de himno olímpico, Barcelona se convirtió en emblema de una ciudad, recuerdo de un encuentro histórico propiciado por los JJOO. El reencuentro de Caballé y Mercury cantando juntos su himno llegaría en 1999, en el momento en que, merced a impresiones digitales, volvieron a compartir escenario en la final de la Champions League entre el Manchester United y el Bayern de Munich en el Camp Nou.
Montserrat Caballé: ¿Por Qué Razón Freddie Mercury La Llamó “monster Fat”?
Este último, que lanzó en 1988, fue grabado al lado de la artista de ópera Montserrat Caballé. El álbum contenía la canción “Barcelona”, considerada entre los mayores éxitos de la carrera de Mercury. Además de esto, el tema se convirtió en el himno oficial de las Olimpiadas de 1992, celebradas en Barcelona. Barcelona no solo fue la canción que unió a Montserrat Caballé y Freddie Mercury, también fue la última actuación del artista británico, que murió en 1991 tras una larga enfermedad por sida. La mezcla de las dos voces espectaculares logró emocionar a todo el mundo y ya forma parte de la crónica de la música universal.
No obstante, el plan sosprechado no ha podido cumplirse en su integridad, pues el colofón a esta singular y grandiosa colaboración tenía que ser una interpretación conjunta en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el 25 de julio de 1992. Pero no ha podido ser, pues Mercury murió meses antes, el 24 de noviembre de 1991, a los 45 años. “Aunque nadie recuerda de quien fue la iniciativa, comenzó a gestarse el plan de que Freddie y Montserrat cantaran a dúo un himno olímpico”, relata la biógrafa del inglés, Lesley-Ann Jones en La Biografía Determinante de Mercury.
Afirmaba que era su artista favorita -de esta manera lo afirmó en un programa deInforme Semanalde y la llamaba, cariñosamente, “Montsy”. Mercury grabó varias ediciones junto a la soprano, pero falleció en 1991 y no ha podido cantar en la inauguración de los Juegos Olímpicos. LA canción se transformó en un genuino éxito debido en parte importante al vídeo que logró emocionar con la mezcla de las dos voces.
Fue tal como Freddie Mercury compuso \’Barcelona\’, el gran himno olímpico, con asistencia de Mike Moran en la creación y de David Richards en la producción (tarea esta última acreditada a los tres de manera compartida). Después de los discursos, en el que destacó Samaranch como presidente del COE ya que fue una figura fundamental de cara al desarrollo de una Barcelona olímpica, llegó el momento de la llama olímpica. Tras varios relevos, la llama llegó al arquero paralímpicoAntonio Rebollo, encargado de realizar el último camino de la antorcha vía aérea para dar por inaugurados los Juegos. Indudablemente, entre los encendidos más increíbles de la historia y que sigue dejando con la boca abierta tres décadas después. Una de las personas que vio la liturgia por televisión fue el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. Utilizando la Cumbre Iberoamericana de La capital de españa, parte importante de los amos de estado y presidentes se trasladaron esa mañana junto a los reyes en 2 aviones fletados por Iberia escoltados por 2 cazas F-18 del Ejército del Aire.
En el verano de 1987, Freddie y Montserrat cantaron Barcelona ante el público por primera vez en el Club Ku de Ibiza, donde durante los cinco años anteriores a las olimpiadas se montó un acontecimiento anual para ir adelantando su celebración. Poco después se publicó el single en España con enorme éxito, llegando al puesto 8 en el Reino Unido. Comenzaron de esta manera los contactos desde el equipo de Freddie Mercury con el gerente de la española, que no era otro que su hermano Carlos. Quedaba mucho más que claro así que el rockero quería colaborar con la soprano, y era cuestión de esperar la ocasión correcta. Y es que fueron cientos los figurantes vestidos de llamas solares los que formaron un gran sol sobre la tela azul que cubría el estadio. Así, de a poco una gran figura metalica apartaba unas gigantescas columnas de Hércules sobre el ámbito, dando paso al mar sobre el Mediterráneo, sobre el que se navegaba un barco que se enfrentaba a todo tipo de bestias marinas hasta llegar a buen puerto.
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A dios gracias, aquel equívoco se quedo en nada, la cantante de ópera aceptó juntar su voz a la del vocalista de Queen y el resultado fue uno de los recitales más conmemorados de la historia. Ocurrió enIbiza, un30 de mayo de 1987, en uno de los eventos anteriores a las Olimpiadas, retransmitido por TVE desde la disco Ku. Un festival musical que contó con la presencia de enormes artistas nacionales y también internacionales y que tuvo como enormes personajes principales a la soprano Montserrat Caballé y el artista de Queen, Freddie Mercury, que interpretaron el tema ante mucho más de 2.000 personas. Entre 1986 y 1991, año en que murió, Mercury se dedicó a trabajar en una carrera a solas.
La intervención al aire libre de la soprano junto al artista de Queen en 1988, al lado del que grabó el tema \’Barcelona\’, abanderó los Juegos Olímpicos de 1992. La apretadísima agenda de la soprano barcelonesa provocó que los trabajos tuviesen que hacerse a distancia. Así, durante los nueve meses siguientes, Freddie le fue enviando las cintas de los temas prácticamente terminados, con la parte vocal cantada por él en falsete para que ella la interpretara con su voz de soprano.